Hoy, 6 de marzo, es el Día Mundial del Linfedema. El linfedema es una de las secuelas crónicas derivadas de los tratamientos contra el cáncer. Afecta entre 140 y 250 millones de personas en todo el mundo pero, aun así, a día de hoy, sigue siendo un gran desconocido.

Más allá del problema estético que supone, el linfedema empeora considerablemente la calidad de vida de los pacientes que lo padecen.
Es una de las secuelas del cáncer menos entendida, más subestimada y, en muchas ocasiones, infratatada. Una secuela que ocasiona malestar, dolor y que dificulta las actividades básicas de la vida diaria. Los casos graves de linfedema pueden afectar la capacidad para mover la extremidad afectada, aumentar el riesgo de infecciones recurrentes, que pueden generalizarse y poner en peligro la vida del paciente. Además, esta secuela supone un gasto económico muy elevado para los pacientes: fisioterapia para mantenerlo controlado, prendas de contención, vendajes de distintos tipos, etc. Tratamientos que, en ocasiones, NO están financiados por el Sistema Sanitario Público, o que están financiados de manera parcial.
Desde @AMUMA-Oficial en este día, queremos llamar la atención hacia la situación que vivimos los pacientes que convivimos a diario con esta patología. Jamás lograremos una atención integral del cáncer, si no se presta la debida atención a las secuelas derivadas del mismo.